Conceptualmente la obra se construye de dos materias de condición diversa: por una parte la materia tangible, perdurable, concretada en acero, que asegura su perpetuidad; por otra parte la materia sutil, variable, que es la sombra, realizada a partir de la iluminación proyectada que intensifica el sentido significativo de la propuesta.

El sentido de la obra se completa en su instalación, formando parte de un espacio arquitectónico de transición, que lo ubica como una ventana en el muro, aportando la sensación de profundidad y apertura. La particular condición de la obra, hibridación de bajorrelieve, dibujo y escultura genera una sensación perceptual dinámica de luces y sombras que aportan al espacio arquitectónico una experiencia enriquecedora.