Dentro de los espacios anodinos, vacíos y “no-lugares” que forman parte de mi producción y que tuvieron un origen fotográfico produje esta obra que captura una porción de la arquitectura de estos espacios.

La estructura de cabreadas y los tensores de la imagen original se re significan al procesarse en una imagen de alto contraste que es plasmada mediante diversos recursos tecnológicos en una plancha de acero.

Este traspaso de una realidad material -la fotografia- a otra -la plancha de acero- pone de relevancia el “moldeo compositivo” que se realiza con una porción de cielo.

Los elementos que forman parte de la composición provocan la imagen de particiones que conforman una especie de apropiación del cielo; un amojonamiento del vacío celeste infinito.